domingo, 29 de septiembre de 2013

Las especies más evolucionadas fueron las que tenían más desarrollado el instinto cooperativo y practicaron el apoyo mútuo

Para Kropotkin las especies más evolucionadas son las que tienen más desarrolladas el instinto cooperativo y desarrollaron y practicaron el apoyo mútuo en el ámbito de la historia.

Los sentimientos de solidaridad y de justicia estarían así arraigados en el ser humano junto con todos sus instintos. Estos instintos serían los de conservación, necesidad de alimentarse, etc....

Para Kropotkin las épocas más elevadas en la historia de la humanidad fueron aquellas en las que predominaron las formas comunitarias junto a la comunidad, como por ejemplo, las comunas medievales del siglo XII. Estas comunas declinaron con el feudalismo y la división de la sociedad en clases sociales.

Esta situación condujo al Estado moderno, donde los sacerdotes ejercerían de comisarios políticos y los guerreros y los jueces ejercerían de gangsters.

La aparición del Estado moderno supondría la replicación del centralismo autoritario del Imperio Romano. Sus características serían la unidad coactiva, la burocracia, la militarización, las leyes positivas, la división de clases sociales y el parasitismo, por el que una parte de la población es activa mientras que otra parte vive de ella.

El Estado moderno surgido en Francia en 1789, en Gran Bretaña en 1648, en España en 1812, sería una respuesta a los abusos del Antiguo Régimen pero que supuso, al fin y al cabo, un fortalecimiento y reforzamiento del Estado.

Así pues, existen dos tendencias en la historia de la humanidad: la comuna de relaciones libres y el principio estatalista.


Para Kropotkin, el derecho positivo no se funda en leyes universales sino en la coacción del hombre por el hombre.

El Estado es el inmovilismo de aquello que debe transformarse de forma continua. La ley es un instrumento de degradación moral: las que garantizan la propiedad privada, las que organizan el poder político del Estado, las concernientes a la protección de personas.

Las garantías judiciales y procesales que el Estado presenta como suyas ya existían en las comunas del siglo XII y fueron presentadas como innovadoras cuando en realidad eran una derogación de las leyes propias del absolutismo.


Aunque los crímenes no desaparecerían en una sociedad libertaria; el Estado moderno no sólo no disminuye las conductas sociales sino que las incrementa.

La prisión suponía y supone un incremento de dichas conductas, debido a que el réo no observa a la sociedad como un modelo a seguir, los abusos y el aislamiento supone la pérdida de voluntad del ser humano a la reinserción social.


Aunque su cosmovisión pueda parecer optimista y utópica, la lectura de la sociedad que se hace en general, en nada ha cambiado.



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