viernes, 4 de octubre de 2013

El pasado mes de febrero leíamos en los medios la noticia de la colocación de un artefacto explosivo en la catedral de La Almudena, en Madrid. Unas horas después, aparecía en las páginas de contrainformación el comunicado reivindicando la autoría del atentado con el título: "la casa de Dios por culo en Madrid".

El modus operandi parece bastante rústico. De hecho, ni siquiera eso. Parece salido de una charla de bodega mientras se bebían unas cervezas y se comían unas anchoas.
Y estas y muchas más cosas, son las que hacen a más de uno y una repensar en la posibilidad de atentados de falsa bandera.


Esto no es ninguna conspiranoia delirante. Si usted busca información sobre "Gladio" comprobará in situ como un supuesto servicio secreto de la OTAN realizaba atentados y bastante graves,  de los que se culpaba a grupos comunistas. De todo esto salió un juicio que nunca se llegó a celebrar.

















Sin embargo, vamos a suponer la real existencia de un grupo anarco-insurreccionalista y las supuestas finalidades de estas acciones:

- combatir a los cuervos corporativistas y primoriveristas de la iglesia católica en España. Además de comisarios políticos durante sus distintas épocas:

FAIL . CAGADA. El Papa Francisco está insinuando el discurso dado por Jesús de Nazaret a escribas y fariseos. Él mismo ha dicho que dentro de la Iglesia hay lepra (huele a nueva expulsión de los jesuitas).

De esto no se mucho, pero parece que todo lo que se haga contra la lepra de la Iglesia Católica, es seguir el juego a los jesuitas.


- dar caña a la monarquía borbónica:

FAIL. CAGADA. El ejército es la institución más valorada y lejos de perder adeptos, va en auge. Las monarquías no están muy valoradas, no obstante, esto solo ayuda a la hoja de ruta del movimiento republicano, el cual es bastante posible su triunfo para dar un lavado de cara al capitalismo.

La III República se presenta como solución a los males ciudadanistas una vez más. Y es bastante probable, pienso, se vuelvan a reproducir los mismos errores en el sistema. Además de estar en quiebra el Estado, lo que haría inviable la nacionalización de todo y un Estado asistencial proveedor de casas, energía, sanidad, ejército e incluso veterinario y compresas gratis. 

Es inviable porque un sistema finito estaría subvencionando demandas infinitas.


- buscar la ruptura social:

FAIL. CAGADA. La ruptura social no se puede buscar cuando no existe un movimiento ámplio, cuando no existen redes asociativas, cuando el pensamiento no existe, en definitiva, cuando la sociedad popular está muerta. Esto conduce al suicidio.

No puede haber ruptura social contra el sistema sin cohesión interna. Las formas de cohesión más eficaces son la solidaridad, la cooperación y la ayuda mútua o apoyo mútuo (como se le quiera llamar). 

La autoorganización no es algo innato que exista en el ser humano, es algo que se aprende y cuesta llegar. La autoorganización es una escuela para todo el sector social.

La ruptura social contra el sistema es inviable si no podemos alimentarnos (muchas veces no se tiene en cuenta).


- la revolución espontánea:

un mito salido de la comuna de París que ha conducido y conduce a chuparse 4 años de cárcel como mínimo a muchos.

La revolución espontánea es la pretensión de llevar a cabo una acción aislada que acabe culminando en una reacción popular furiosa. 

El error de esto radica en no transmitir la cultura oral de padres a hijos. La península ibérica es el lugar origen de la guerra de guerrillas y lo sigue siendo. Los ibéricos atacan, son dispersados, se vuelven a juntar y vuelven a atacar.

Casas Viejas en Cádiz, fue un ejemplo del fracaso de la revolución espontánea fanélica y desesperada. Creían que con ocupar un ayuntamiento y destruir los legajos de propiedad conseguirían extender una revolución. La guardia civil de la República liberal de Azaña, llega, apunta al vientre, los mata a todos y se va.

 

 La conclusión para mí está clara. Ahora queda por ver el dispositivo a emplear por delegación de gobierno, en la beatificación de 522 comisarios políticos, digo sacerdotes... en la catedral de La Almudena. Al que por supuesto está invitado el rey.



 











 

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