martes, 19 de noviembre de 2013

Introducción a la sociedad VII: poder, autoridad e instituciones. Naturaleza del poder y la autoridad, el Estado y sus funciones

La naturaleza del poder y la autoridad

El poder social como se ha señalado con anterioridad era la capacidad para controlar los actos de los otros. Está presente en todos los sectores de la vida: família, educación, religión, actividad económica y por supuesto, gobierno y política.

Abarca la habilidad para exigir obediencia a las órdenes y para tomar decisiones que afectan directamente o indirectamente a la vida de los demás.

El poder puede apoyarse en la fuerza o estar disfrazado por ideologías que lo niegan o disminuyen su importancia (¿?), puede permanecer oculto o estar "legitimado" y convertirse en autoridad.

Cuando los hombres y mujeres poseen autoridad, pero también el derecho para juzgar los hechos importantes, determinar la política, dirimir controversias o actuar como dirigentes o guías de otros.

Sin embargo, como observó el filósofo anticivilización Rosseau, "el más fuerte no es nunca suficientemente fuerte para ser siempre el amo, a menos que transforme la fuerza en derecho y la obediencia en deber". Pueden asegurar su poder mediante una vigorosa represión a la oposición y disolverlo en apatía e impotencia, o ofreciendo ventajas económicas para comprar lealtades y apoyos o transformando el poder en autoridad a través de sanciones morales e institucionales.

En la práctica, el poder puede fundarse en todas estas fuentes citadas: fuerza, interés, ideología y apatía.

La legitimidad o justificación del poder puede derivar de la tradición y del uso convencional (muy frecuentemente, la tradición de los pueblos es manipulada por el poder para perpetuarse), no obstante no se va a criticar ahora un "concepto sospechoso" como el poder, sino para indagar la forma en que reviste su localización y empleo.

El Estado y sus funciones

Como concepto de ciencias sociales, el Estado se refiere a aquellas instituciones que determinan quien tendrá el monopolio del uso legítimo de la fuerza física dentro de un determinado territorio y define como será organizado y utilizado el poder que deriva de ese monopolio.
Las personas que ejercen este poder integran el gobierno. El hecho de que el Estado en última instancia pueda afirmar su superioridad no significa que es de carácter totalitario, ya que su naturaleza y sus operaciones están relacionadas con otras instituciones y en cierta medida, dependen de ellas.

Las diferentes instituciones políticas han aparecido en contextos históricos muy diversos: las necesidades de las guerras y las campañas militares, los movimientos migratorios y las conquistas, el crecimiento y diversificación de la población. El Estado se constituyó a medida que los grupos e individuos consideraron centralizar la autoridad, establecer métodos para la solución de las disputas y emplear la fuerza para mantener algunas normas.

Sin embargo, los escritores de la Antigüedad y la Edad Media, no distinguían entre el Estado y la sociedad. Según ellos, todos los hombres y mujeres pertenecían a la comunidad política.

La distinción entre Estado y sociedad apareció gradualmente hasta los siglos XVI y XVII, cuando las clases medias trataron de librarse de la dominación feudal.

La moderna concepción liberal del Estado, lo considera como un árbitro en el centro de los interes competitivos para mantener las reglas que hacen posible una vida social ordenada. (en otras palabras, garantizar la paz social).
La concepción marxista del Estado, lo considera como un instrumento que sirve para que una clase económica ejerza su poder sobre la sociedad. Según el marxismo, el Estado sostiene y protege las instituciones relativas a ala propiedad que dividen a la sociedad y benefician a quienes la controlan. Los propietarios determinan directa o indirectamente las formas de gobierno y la política oficial.

La doctrina nacional socialista consideró al Estado como la expresión y el instrumento del pueblo y de la raza. Los individuos, grupos e instituciones se subordinan a las necesidades del Estado y acaban en ese país, muy felices todos juntos en un todo totalitario, en el manicomio particular de una santísima trinidad.


El Estado como objeto central del pensamiento político moderno

El Estado es el objeto central del pensamiento político moderno y se va a debatir durante todo el siglo XX sobre la función del Estado. (La ciencia política no tiene en cuenta el pensamiento de los antiestado que tanto influyó en los siglos XIX y XX):

- Maquiavelo: el príncipe como sujeto constituyente del Estado.

- Bodino: la República como gobierno con poder soberano.

- Hobbes: el Estado como unidad de poder absoluto sobre la colectividad.

- Locke: compatibilidad del Estado y la pluralidad de instituciones bajo la supremacía del poder legislativo.

- Montesquieu:  el Estado como unidad de equilibrio de poderes.

- Kant: el derecho como conciliación entre Estado y sociedad.

- Hegel: el Estado como superación de la sociedad dividida.

- Marx: el Estado como instrumento de dominación de una clase social.



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