jueves, 21 de noviembre de 2013

Comunicado personal sobre las agresiones en la facultad de derecho.

Ayer 20 de noviembre, durante el transcurso de una manifestación contra los actos conmemorativos de la muerte de franco, se vivieron momentos de tensión con la asociación Foro Francisco de Vitoria sin ningún percance. Esta asociación fue la que dijo en fechas pasadas que "pasaremos por encima de todos los guarros como en el 39". El motivo del escarnio fue la ocupación simbólica de una capilla o de un templo sagrado, que por supuesto, sería el germen de una nueva persecución a los cristianos por parte de los de las chekas.

Durante el fin de la manifestación de hoy, convocada por Juventudes Libertarias, se cometieron agresiones contra miembros de esta asociación o grupo secundario, por emplear la jerga al uso. Los diferentes medios de comunicación de ideologías diversas han condenado el ataque y han hecho un llamamiento a la no violencia.

El hecho en sí no tiene mucha trascendencia para quienes vivimos lo extraordinario como lo ordinario porque estas agresiones, se producen con bastante más frecuencia de lo que se anuncia. Quiero expresar lo protocolario que resultan las amenazas de muerte durante las huelgas tanto por parte de las empresas como de los trabajadores, las agresiones de matones contratados por empresas (en concreto contratados por Juan Roig, si es necesario personalizar) como las ruedas pinchadas a la gerencia, las listas negras de empleados conflictivos a no contratar y las listas negras de empresarios conflictivos (las burocracias privadas se han encargado personalmente de colocar en las cúpulas a gentuza diversa), las agresiones a casas okupas y librerías antisistema y las agresiones a bares nazis y librerías nazis.

Como para nosotros la verdad (nuestra verdad) no tiene jerarquías, ni burocracias públicas o privadas y creemos en la autoorganización y autoformación de la clase trabajadora, desde la base y con la finalidad de recuperar el bién común que el capital privado lleva expropiándose de nosotros desde antes de la revolución liberal inglesa de 1648, no podemos consentir el asentamiento del fascismo en las calles y en los barrios, ya que es la expresión más alta de la jerarquización, de las burocracias, de la sumisión y la existencia de corral y por tanto la negación de nosotros mismos y la renuncia a nuestra propia identidad. El fascismo ha sido, es y será, el proveedor de las cúpulas ejecutivas de la gran multinacional, de las burocracias religiosas mafiosas, la garantía de una sociedad sin conflictos laborales, ni políticos ni sociales porque será una sociedad aplastada y humillada.

Nosotros no tenemos nada en contra de las creencias de la gente, como se pueda pensar, pero si desde diversas instituciones un sector primoriverista pretende organizar el fascismo en la calle, tenemos la obligación de devolverlas a las alcantarillas. Ellos mismos lo supieron hacer muy bien durante 40 años e incluso después, más de uno tuvo que salir corriendo del puesto del rastro en Tirso de Molina, con los libros en las manos, perseguidos por unos que se hacían llamar Guerreros de Cristo Rey.


Contra el fascismo, contra los que los promoverán y organizarán. Contra el capital y toda autoridad. Contra los fachas y las puras fachadas. Contra el "lo nuestro es nuestro y lo vuestro de todos" sea de izquierdas o de derechas. Autoorganización y autogestión obrera.












Aquí 50.000 fascistas polacos a los que han dejado organizarse (sólo para echar a unos anarquistas, no crean que es para algo más)




















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