lunes, 4 de noviembre de 2013

Introducción a la sociedad V: desorganización social y conducta desviada (continuación)

DESORGANIZACIÓN SOCIAL Y CONDUCTA DESVIADA

La reciprocidad y las sanciones

La participación en cualquier sistema de reciprocidad depende del hábito y de la aceptación de la costumbre y la tradición. Tambien existen a menudo recompensas importantes que se obtienen de la conformidad.
Bajo estas formas de beneficios recíprocos, hay una norma de reciprocidad que exige ayudar al que te ha ayudado y se cuide de molestar a aquellos que han recibido beneficios. Estas normas existen en todas las sociedades, aunque las obligaciones específicas son definidas de un modo muy variado por las diferentes culturas.


A pesar de los elementos que inducen a la conformidad, subsisten inevitablemente ciertas tendencias a despreciar la ley y la costumbre. 

El Estado constituye claramente una de las instituciones básicas para hacer obligatoria la adhesión a muchas normas sociales. Su influencia, sin embargo, se encuentra limitada por la ley  y la tradición.

Las sanciones controlan la conducta, mediante formas de disuasión o mediante el reforzamiento de las reglas establecidas. La importancia sociológica del castigo depende de los efectos tanto sobre aquellos que lo imponen como sobre aquellos que lo reciben.

La reacción social que llamamos "castigo" se debe a la intensidad de los sentimientos colectivos que ofende el crimen; pero desde otro ángulo, tiene la función de mantener estos sentimientos en el mismo grado de intensidad, ya que disminuirían muy pronto si no fueran castigadas las ofensas contra ellos.




La solidaridad y el consenso

La conformidad hacia las normas sociales es estimulada por el mantenimiento de la solidaridad (cohesión social). Cualquier sociedad exige una lealtad común e imponer un acuerdo suficiente en torno a valores culturales si desea sobrevivir como una forma ordenada de vida.
En la sociedad primitiva, la cohesión social descansa en aquellos valores en lo que confía todos los miembros del grupo. En las sociedades más complejas descansa en la interdependencia: la división del trabajo, con su estructura de papeles interrelacionados, obligaciones mútuas y servicios recíprocos.

No obstante, sin la existencia de valores compartidos puede debilitarse o ponerse en peligro la unidad de una sociedad compleja. Si algún grupo llega a sostener valores distintos o a aprobar una conducta inaceptable para los otros, su cohesión debilitará a toda la sociedad.
Cuando existen muchos grupos con intereses contradictorios, el consenso y la solidaridad dependen en parte de la obligación común que tienen en lo que respecta a respetar las reglas que rigen sus conflictos. A menos que sea posible resolver las diferencias de grupo dentro de un marco aceptable para todas, que por lo general depende en parte de cierto grado de consenso ideológico, la sociedad llega a ser un campo de lucha intestina; o bien se somete a una autoridad centralizada que impone la paz, sin consideración alguna hacia ningún interés de grupo.



La conformidad y la individualidad. Diferencia entre individualidad e individualismo


La solidaridad y las necesidades del orden se enfrentan a menudo a las exigencias del individuo,  como si la única alternativa a la conformidad fuese la no conformidad y como si la individualidad solo pudiera realizarse negando o desdeñando las demandas de la cultura y la sociedad.
La individualidad no es un rechazo de la sociedad y sus exigencias sino es en gran parte un producto de la vida social.

Mc IVer y Page escriben:

decimos que un ser social tiene más individualidad cuando su conducta no es simplemente imitativa o resulta de la sugestión cuando no es totalmente esclava de la costumbre o incluso del hábito, cuando sus reacciones frente al medio social no son automáticas y subordinadas, cuando la comprensión y el propósito personal son factores de sus actividades. El criterio de la individualidad no consiste en advertir la manera como cada uno es divergente del resto. Es más bien la manera como cada uno, en sus relaciones con los demás actúa autónomamente según su propia conciencia.

La individualidad puede estar estimulada por valores prevalecientes pero no debe confundirse con el individualismo, una filosofía que considera a la sociedad y a la persona como irreconciliables.



La individualidad en el mundo morderno, a juicio de algunos estudiosos, está seriamente amenazada por las exigencias de la burocracia, con sus reglas impersonales y su jerarquía formal, por la posibilidad de una manipulación anónima por parte de quienes controlan las técnicas eficaces creadas por la tecnología moderna.





La conducta desviada y la estructura social. 
Formas de canalizar la no conformidad.

La conducta desviada incluye actos diversos como la excentricidad, la negligencia apática de las responsabilidades convencionales, las violaciones a los reglamentos burocráticos, el desafio a las costumbres sexuales abiertamente, la delincuencia, el crimen, el incesto, la traición.
Desde un punto de vista psicológico, los orígenes de la conducta desviada descansan en la personalidad, en las necesidades insatisfechas, en las tendencias incontrolables o en los problemas de tipo emocional.

Desde un punto de vista sociológico, las conductas desviadas provienen de las características de la cultura y la organización en la que ocurren.

Son las relaciones sociales, los papeles que desempeñan, sus instituciones y valores, y los vínculos entre estas variables, lo que afecta a la forma, proporción y distribución de la conducta desviada.

Las fuerza de tales tendencias de la conducta desviada varía con el grado de desorganización social, que está siempre parcialmente presente.

La desorganización social es un concepto que abarca variados fenómenos como el conflicto social, el conflicto de culturas, el desajuste entre los medios y los fines aprobados y otros tipos de contradicciones. El estudio de la desorganización es inseparable de la organización.


Las normas de conveniencia

La desorganización asume a veces la forma de normas y valores incompatibles y contradictorias que parecen exigir diferentes tipos de conducta en una misma situación:
el hombre de negocios culpable de la falta de ética se refugia en el "los negocios son los negocios". Estas racionalizaciones se incorporan a la cultura como normas de conveniencia. (en la psicología a estas racionalizaciones se las denomina "teoría de la disonancia cognitiva").

Si ninguno de los valores opuestos permite la existencia del otro, puede surgir una tendencia hacia otra solución, quizás desviada.

Sin embargo, la existencia de conflicto de valores no necesita resolverse necesariamente en una conducta desviada o producir cambios en las instituciones, creencias o relaciones sociales. Valores contradictorios pueden ser situados en una jerarquía de prioridades, de manera que el valor predeterminante prevalecerá por lo general a los demás.

Los conflictos de valores pueden resolverse también vinculando normas opuestas a papeles diferentes. Los cuales se separan entonces unos de otros. Por ejemplo, los valores económicos y familiares en los Estados Unidos son muy diferentes: los primeros están dominados por la racionalidad y el interés. Los segundos por el amor, la intimidad y la entrega. Estos valores abiertamente opuestos crean pocos problemas, ya que se aplican a papeles claramente diferenciados.



Canalización de la no conformidad

De mayor importancia es el desajuste entre la cultura -normas y valores- y la estructura social -el sistema organizado de papeles y status que definen las relaciones entre grupos e individuos-.
Toda cultura establece objetivos e interes que los miembros de la sociedad deben buscar y prescribe los métodos que deben utilizarse para alcanzar estas finalidades aprobadas. Las presiones hacia la conducta desviada se agudizan en aquellos que no pueden obtener los fines que han llegado a valorar y desear.

Merton identificó cuatro tipos distintos de no conformidad ante las tensiones creadas por las discrepancias entre la cultura y la estructura social: el ritualismo, el retraimiento, innovación y rebelión.

- Ritualismo: el ritualista, incapaz de realizar los objetivos valorados renuncia a ellos, pero continúa formándose a las reglas que rigen el trabajo y el esfuerzo. La perspectiva del ritualista es la del tímido empleado o la del burócrata aferrado a los reglamentos.

- Retraimiento: renuncia completa a los objetivos y reglas. Algunos niengan la conveniencia del éxito y la moral de la clase media. A pesar de este resentimiento y frustración, el retraído no hace nada y se hunde en la apatía y en la torva melancolía.

- Innovación: consiste en el uso de nuevas e ilícitas técnicas para obtener los ajustes deseados. El ciclista drogado, la ludopatía del pobre para salir de pobre, el político corrupto, etc... son un ejemplo de estas innovaciones.

- Rebelión: conviene antes diferenciar la rebelión del resentimiento. En el resentimiento se condena lo que se anhela en secreto. En la rebelión se condena el anhelo y punto. En la rebelión se produce un rechazo total a alcanzar los fines culturalmente sancionados y las instituciones que permiten su obtención, seguido de la introducción de valores distintos y nuevas formas institucionales de organización. La desorganización y la reorganización no son meros aspectos  estáticos de la cultura social y cultural, sino procesos que están en movimiento continuamente, incluso en forma simultánea dentro de la vida social. Cuando la desorganización llega a extenderse, es probable que algún grupo o grupos introduzcan nuevos valores o traten de ajustar mejor la realidad a sus necesidades y deseos. Así surgen eventualmente las posibles soluciones que puedan restablecer el consenso, la solidaridad, la integración de la cultura y la estructura social.


 


                          Canalización de la no conformidad por el ritualismo: LA POLLA RECORDS- ERIK EL ROJO:

 
                                             Canalización de la no conformidad mediante la innovación: LENDAKARIS MUERTOS - HÉROES DE LA CLASE OBRERA

                                                                                  

Canalización de la no conformidad por la rebelión: SIN DIOS - INGOBERNABLES


                                                                                                                        

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