domingo, 16 de junio de 2013

No one lives


 


Una mujer ha salido a correr por el bosque pidiendo ayuda y se tropieza sin querer con una trampa para osos. Se trata de el preludio de un fin de semana que acabará en tragedia para una pareja, desde el momento en que siguiendo las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico, deciden hacer un descanso en el camino y alquilar una habitación de un motel.

Siguiendo con el protocolo del cine, podremos ver una escena de seso erótico en la que nuestro protagonista besa a su novia en la cicatriz de la operación de vesícula. Aquí se nos revela un detalle de la personalidad de nuestro protagonista: no tiene sentimientos.

Mientras tanto, en algún lugar del mundo alguien está haciendo la mudanza y es sorprendido por una família de desconocidos. La cosa acaba a tiros. Una vez más se confirma la aberración de la família tradicional surgida del patriarcado romano y el matrimonio germano.

Como defender la vida asesinando primero es delito, la situación se vuelve escurridiza y conduce al restaurante donde la pareja protagonista, ha ido a cenar un delicioso bistec. A las mujeres les suele entrar hambre después del coito.

La pareja es secuestrada pero nuestro protagonista, todo un fudoken experimentado, consigue escapar.

 El género slasher es un asco. Salvo honrosas excepciones como Evil Dead 2013, no deja de ser una absurda pérdida de tiempo insustancial, como casi absolutamente todo el cine, pero entretenido.


1 comentario:

  1. Excelente la visión de la carencia de sentimientos del señor al besuquear una cicatriz de operación de vesícula.

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