La banda criminal carece de estructura, de estatutos, se mueve rapidamente por las redes sociales contagiando el torrente salvaje insurreccional a nuestros ciudadanos, el desorden, la injusticia y la sinley hacen mella en nuestro estado de derecho. Esto no puede ser, hemos de hacer algo para salvar la democracia de elementos anarcotizantes. Tenemos a las fuerzas vivas de nuestro lado: policía, guardia civil, policía local, policía municipal, policía autónoma, ejército e incluso hasta a las fuerzas muertas. Juntos debemos ejecutar el monopolio de la violencia para que el Gobierno pueda realizar su único trabajo: garantizar la paz (no es muy difícil).
Esta chusma y esta gentuza no puede seguir poniendo en jaque la paz social perfecta e impecable de los siete millones de parados. El colapso social será inevitable, pero sobreviviremos, vencimos y venceremos y el Estado saldrá reforzado. ¡Todo para el Estado!, ¡todo por el Estado!, ¡todo por la patria, el Estado es la patria, el Estado es el pueblo y el pueblo es el Estado, unidos y felices todos juntos en una Santísima Trinidad!.
Si no conseguimos nuestro objetivo hemos de pedir ayuda a la OTAN, a los cascos azules, a la Kosovo Force, a la Guardia Real o Republicana, a la Europol, a la vigesimoséptima división acorazada de reciclados muyahidines por la democracia islámica y la revisión de la sharia.
Sí, lo sé. Hay mucha desesperación en las calles y yo soy el primero al que se le saltan las lágrimas, pero hay otras formas más eficaces que el terrorismo de baja intensidad y la agitación social iconoclasta para lograr un trabajo asalariado. ¡Cago en la mar, ya vereis cuando salgamos de esta lo bien que os van a venir esos 500 eurillos para pagar el alquiler y un plato de pasta!.
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