El tabarízh Pavdel no tiene ni idea de nada, su secretaria está mecanografiando desnuda y no sabe que el empleado encargado de realizar la gestión ha fallecido hace 9 meses.
Durante este periplo, el camarada Varadin se verá envuelto en un tenebroso suceso durante una solitaria velada en un restaurante. Se niega a tomar el postre y el cocinero se suicida.
A partir de ahí intenta salir de la ciudad pero no lo consigue. En la estación de tren no hay boletos, el taxi se niega a salir de la localidad y visitará un museo de la localidad a 28 metros de profundidad.
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